martes, 11 de septiembre de 2012
DANCE
Miro al frente como si no existiera nada más a mi alrededor,como si el mundo dejase de girar y no existiera nada más que mi cuerpo tratando de superarse cada día más.Mantengo cada músculo en la posición adecuada sin cambiarla ni un milímetro,sin permitir que una pequeña distracción impida que mi esfuerzo de resultados y me dispongo a iniciar la pequeña carrera que me elevará por los aires y me hará sentir libre,ligera,fuerte,valiente...Uno,dos,tres pasos..flexiono las rodillas y,tras ello,centro toda mi energía en elevar las piernas.Es algo pensado,totalmente premeditado,pero sin darme cuenta un chorro de energía recorre todo mi cuerpo y noto como me elevo,como mi cuerpo lucha contra la fuerza de la gravedad y por un instante veo mi reflejo en aquel espejo frente al que tantas horas he pasado.Lo que me veo me sorprende,me gusta y sobretodo me llena de felicidad.En ese momento veo a una chica con su maillot de color rojo y sus zapatillas sucias y llenas de agujeros extendiéndose por el aire,con las piernas totalmente abiertas y unos brazos que convierten su movimiento en una bonita figura que culmina en un perfecto y redondo moño.De repente,algo sucede,algo pasa y mis pies vuelven a pisar tierra firme...Uno,dos y tres pasos más hacia delante es el tiempo del que dispongo para seguir mirando al frente,con una sonrisa imborrable,y finalizar mi ejercicio...Uno,dos y tres pasos que me permiten ser feliz unos segundos más.Tras ellos,mi profesora se encarga de hacerme ver como mi cabeza estaba demasiado baja,mis brazos demasiado doblados o mis pies poco estirados..Esas palabras borran por un instante mi sonrisa y aquella sensación de felicidad y libertad experimentada dan paso a la tristeza,a la vergüenza y sobretodo a la decepción conmigo misma.
Todo cambia por unas palabras pero, ¿qué estoy diciendo? Vuelvo a mirarme en el espejo y recuerdo por qué estoy ahí,por qué el baile es una pieza indispensable en mi vida y entonces sonrío. Mi profesora lo hace conmigo mientras me anima a continuar y yo no puedo dejar de sonreír pensando que es esa superación personal que me aporta el baile lo que me hace fuerte y la sensación que más me gusta de la vida.Entonces es cuando pienso que lo seguiré intentando y repitiendo el movimiento tantas veces como sean necesarias.Corro el riesgo de que nunca lo consiga pero,ahí está lo bonito del baile: unas veces es la superación y el resultado positivo lo que otorga la felicidad pero en la mayoría de las ocasiones la felicidad viene de manos del propio intento.
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